el fin de los tacos

... y llegó la noche, todos llegaron muy tranquilos y sonrientes y saludadores, pero cada uno de ellos tenía una meta fija en su mente... acabar con los tacos de don (chuy¿? no me acuerdo cómo se llama).
Todas llegaron muy puliditas y modositas, con sonrisitas leves, y volteando a la cocina para ver en dónde estaban los tacos.
El dueño de la casa con cara de, seriedad... -esa enfermedad lo había dejado muy serio-, había papas y dips en la mesa, pero nadie buscaba eso, muy disimuladamente se las comían no fueran a pensar que despreciaban la bortana, no, no, no, y además en la cabeza de cada uno se oía la voz de "TE TIENES QUE COMER TODO, NO DEJES NADA".
De repente empieza a oler rico, el horno estaba prendido ... y llegaba un olor a tortillita doradita, a carnita, graso deliciosa, a condimientos de antaño... mmm todos salibando...
...Y en eso se oye la voz ansiada, "hagan espacio... van los tacos", todos se pararon, TODOS hasta uno que no se movía por nada y todo lo daban porque según él estaba "encerrado"; se levantaron como acto de david coperfield, todos los platos de papas y dips, poquiiiititititas botellas vacías cerveza, vasos, y demás.
En eso llego una charola con tacos y como acto de magia, y antes de decir, quiero salsa, pluff, habían desaparecido la mitad de ellos.
Todos calladitos y muy serios, como son, se acabaron sus taquitos, poquitos para cada quién; no tantos, no fueran a decir que comieron mucho y además doraditos, pos menos engordaban.
Nadie vio como desaparecieron los tacos, pero todos terminaron con cara de felicidad y bendiciendo al ocurrente anfitrión que había hecho la noche con los taquitos deliciosos
y lo mejor fue con PAPITO y emmanuel de fondo, ni mandado a ser ese sábado en la noche.